La pesca por naturaleza es tan antigua como el hombre por razones alimentarias; a fines del siglo XIX entusiastas practicantes de ella en USA establecieron reglas de pesca para que la actividad se convierta también en deportiva. Entre 1920 y 1940 extranjeros introdujeron esa modalidad en Ecuador con sus amigos ecuatorianos y pronto la actividad captó adeptos.
La generosa costa ecuatoriana, tanto la continental como el Archipiélago de Galápagos como los ríos y lagos del oriente hacen que las posibilidades de pesca deportiva sean múltiples, y las opciones amplias; desde una pequeña trucha en el Cajas hasta un Marlin de 1.400 libras en la costa son posibles de capturar en nuestro país.
Esta obra de 260 páginas que contiene más de 800 imágenes entre fotografías, mapas, cuadros estadísticos y dibujos fue investigada y escrita por ecuatorianos aficionados.
Se describen lugares de pesca y sus alrededores, especies capturadas, records mundiales homologados por la IGFA (una especie de FIFA en la pesca), competiciones nacionales y extranjeras, anécdotas e historias, relatos y testimonios. Concluye el libro con un mensaje a las autoridades urgiéndoles el apropiado control y reglamentación de la pesca tanto comercial como deportiva para evitar la depredación y promover el turismo por intermedio de esta actividad.
La portada es una obra de Carey Chen, reconocido artista plástico americano-jamaiquino que muestra un inmenso Marlín frente a la costa de Salinas.
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